mujer cocaina

Un gesto agreste, una mirada furtiva,
Un aliento a vino, o a sangría.
Te miro y no miro a la mujer,
Miro al ser poderoso y débil que te domina.

Tú me ves y no me miras,
Tu inconsciencia de ti me ha alejado
Y aunque aquí este,
Sé que siempre será el que salga dañado.

Rompes en llanto al saber que algún día te dejaré,
Para luego regocijarte al verme caer otra vez.
Más aún, tus propias lágrimas podrían engañar al más sabio
Pero ya estoy curado. Sé que escondes un diablo tras ese encanto.

Más he despertado y he prometido que a tu lado no volveré.
Porque mi suerte y destino desde hoy, sólo Yo lo resolveré
Y Con tus placeres y diversiones no me quiero mezclar
Solo espero nunca más, contigo volverme a encontrar.